Sam Lloyd

Con este post, comienzo una nueva sección que he llamado "Grandes genios".
Aquí voy a ir poniendo anecdotas, problemas y soluciones de esos personajes que, a pesar de no ser conocidos por la mayoría, nos dejaron como legado el juego y la matemática recreativa. ¿Y quién puede negar que la actividad lúdica nos vuelve más humanos?

Comenzamos hoy con Sam Lloyd, el genial y más grande creador de acertijos de los Estados Unidos; pero esta vez, no voy a proponer uno de sus problemas sino que les contaré una anécdota de otra de sus aficciones: la magia.

Cuentan que una vez realizó un truco con su hijo de doce años en un barco, que engañó hasta a los magos. El niño fue vendado y daba la espalda a la audiencia. Uno de los espectadores, no un cómplice, tomó un mazo de cartas, las mezcló y, una por una mostró su valor al padre. En cada ocasión, el niño dió el valor correcto de la carta. Esto se realizo antes de que se inventase la radio, de modo que las señales de radio no eran la solución. No hubo cómplices ni el niño espiaba las cartas.

Tal vez quieran pensar un poco en ¿cómo se hizo? antes de leer la explicación en los comments.

La anécdota la cuenta Raymond Smullyan en su libro "Satán, Cantor y el Infinito"